Nuestra historia
XXV Aniversario de la Fundación de la Brigada Paracaidista.
Hace veintiséis años tuvo lugar en nuestro Aeródromo la conmemoración del XXV aniversario de fundación de la Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra. Dichos actos se vieron culminados con la presencia de S.M. el Rey de España D. Juan Carlos I y su hijo el Príncipe de Asturias.
No pudiendo ser realizados en el mes de febrero, los actos conmemorativos se aplazaron hasta finales del mes de mayo – principios de junio. El campamento se levantó justo al lado de la pista de aterrizaje. Se asentaron allí prácticamente la totalidad de los efectivos que la BRIPAC tiene en Alcalá de Henares: I y III Banderas, Grupo de Artillería, Batallón Mixto de Ingenieros, Grupo Logístico, Cuartel General y una representación del pueblo malagueño de Alora, así como la Cofradía de Málaga.
El miércoles día 30 de mayo los trabajos de aposentamiento estaban casi concluidos y comenzó a llegar el grueso de las fuerzas. Al otro lado de la pista, se montó una exposición de los materiales más característicos con que cuenta la Brigada. Destacaba una inmensa tienda, construida con un paracaídas G-11 blanco, en la que se exhibían equipos de apertura manual y cargas preparadas para el lanzamiento.
En los días posteriores continuó el trabajo preparando los actos que tendrían lugar el domingo 3 de junio. Acudirían el Rey y numerosos invitados, se calculaban unos quince mil, a presenciar el desfile y las exhibiciones de salto.
El viernes día 1 se celebró el día del Ejército del Aire. El sábado continuaron los ensayos y por la tarde se desarrollaron las competiciones deportivas. Hubo de todo: desde arrastre con cuerda, carreras y marcha, hasta lanzamiento de granadas y combates de boxeo.
El domingo 3 de junio de 1979, el gran día, amaneció con el cielo despejado y poco viento. Desde muy temprana hora comenzaron a llegar los visitantes y autoridades. A las diez y media de la mañana, se formó la Parada frente a la zona de tribunas, y la Bandera, a la que se le rindieron honores, hizo su entrada. A las once se produjo la llegada de Su Majestad el Rey, que vino acompañado de su hijo el Príncipe de Asturias, siendo ambos recibidos por el General Mendizábal. A continuación se rindieron honores y Su Majestad pasó revista a las fuerzas formadas.
Antes de pasar a la tribuna desde la que presidió los actos, el Rey saludó a diversas autoridades y Jefes Oficiales, entre los que se encontraban el vicepresidente primero para Asuntos de la Seguridad y Defensa Nacional, Teniente General D. Manuel Gutiérrez Mellado y el ministro de Defensa, señor Rodríguez Sahagún, Teniente General Jefe del Estado Mayor del Ejército, Capitán General de la Primera Región, Jefe del Cuarto Militar de Su Majestad y el Director General de la Guardia Civil. Seguidamente se celebró la Santa Misa, celebrada por los distintos Capellanes de la Brigada. A continuación, S.M. el Rey impuso a diverso personal de la BRIPAC y del Ejército del Aire la Medalla al Mérito Militar. A su vez, fue el Príncipe Felipe quien hizo entrega de las placas conmemorativas del Aniversario a Jefes, Oficiales, Suboficiales y personal civil. El General de la BRIPAC, dirigió al Rey y a todos los presentes una alocución de saludo y agradecimiento.
Posteriormente comenzó un brillante desfile, en el que participaron los casi cuatro mil hombres que se habían trasladado a Robledillo. Fueron pasando las distintas Compañías, dando vista al Rey y el “¡Viva España!” al pasar por la zona de tribunas. Detrás, las agrupaciones motorizadas, las piezas y todo el material de que dispone la Brigada. Como colofón a los actos, se efectuaron lanzamientos de paracaidistas. En primer lugar desde un Caribú y un Aviocar saltaron dos patrullas en la modalidad de apertura automática. En tres pasadas, ambos aviones dejaron en el cielo lleno de luz una cascada de hongos. Sorprendió la precisión y calidad que demostraron los paracaidistas, lanzados por un Chinook a 1.500 metros de altura. Las exhibiciones de salto concluyeron los actos programados y S.,M. el Rey junto con las autoridades y Jefes, Oficiales y Suboficiales, recorrió en un Land Rover descubierto las distintas instalaciones del Campamento, trasladándose posteriormente al barracón del Aeroclub donde se sirvió una comida fría.